En el artículo anterior examinamos a la pistola Baikal IZH-46M y su precisión con dos copas que tenía a la mano. Ambas copas eran del tipo «Wadcutter» para la práctica del tiro de pistola neumática a 10 metros. Ni una ni la otra mostró mucha promesa en esta pistola. La búsqueda continua.
Subí al club de tiro una semana después del artículo anterior para probar otras copas. En esta ocasión llevé las siguientes copas: Apolo punta redonda 9 grains, Beeman Wadcutter, Crosman Wadcutter de un tipo casi «genérica» y Mauser Match Kulgen, una referencia antigua de las cuales tengo muy pocas. Otra vez me acomodé a 10 metros del blanco y disparé con la pistola bien apoyada para eliminar hasta donde posible errores de parte del atirador.
Empecé con las copas Crosman Wadcutter.
20 tiros a 10 metros para ver si hubiera alguna consistencia. Como se puede ver, el resultado no dejó buena impresión de estas copas. La agrupación fue peor aún que las Crosman Match Wadcutter de la semana anterior.
A veces, especialmente cuando se trata de una «agrupación» que parece más con un tiro con escopeta que con una agrupación hecha con un arma precisa, uno empieza a dudar de sus habilidades. Pero no me di por vencido. Abri la lata de las copas Beeman Wadcutter, unas copas que tengo hace muchos años y seguí con el experimento.
Otra vez a 10 metros, 20 tiros a un punto negro que mide media pulgada (aproximadamente 12.5 milimetros). Esta vez la dispersión lateral fue más pequeña – pero hubo una dispersión vertical interesante.
Como estas copas son recubiertas con algun lubricante de la fábrica, me pareció que el grupo que «caminaba» de arriba hacia abajo era resultado de la lubricación progresiva del cañon por esta sustancia. Decidí probar otros cinco tiros en una diana nueva para ver si se había estabilizado la agrupacíón.
Parecía que si, estaba estable. Entonces lancé otros cinco tiros para ver si se movía más o no.
Entonces completé los 20 tiros a la misma diana con el siguiente resultado:
Como se puede ver, 20 tiros a 10 metros resultó en una agrupación de un poco menos de dos centimetros de diametro. No es lo que buscaba (quiero una agrupación más pequeña aún) pero es consistente, es casi redondo indicando que no hay problemas serias con los proyectiles sino que sencillamente no hay un casamiento perfecto entre los mismos y el cañon, dando como resultado una agrupación más grande de lo deseado.
En la minibodega de copas que manejo, hay una pequeña cantidad de copas wadcutter de Mauser. Fueron un regalo de un amigo y las guardo para «ocasiones especiales», como buscando una copa precisa en una pistola específica. No se donde encontraría semejantes copas hoy, pero me gusta probarlas de vez en cuando por curiosidad.
Empecé con 5 disparos a 10 metros para ver si valía la pena gastar más de estas copas clásicas.
Se resultó con un «flier», una agrupación de tres tiros muy cercanos el uno al otro y un quinto tiro a 15 milimetros de los otros tres. Fue los suficiente como para estimular más aún la curiosidad. Estas copas parecen ser de plomo puro. Por lo menos se deforman las «faldas» con facilidad. Decidí probar otros 15 para completar la agrupación.
El resultado fue muy semejante a lo de las copas Beeman Wadcutter. Una agrupación casi redonda y un tris más grande que la punta de 1/2 pulgada. El único flier probablemente fue resultado de las faldas fácilmente dañadas.
Aunque llevé tres marcas de copas del tipo wadcutter, no creo que para el tiro no formal sea necesario limitarse uno a ese estilo de copa. Otra forma de copa me acompaño al club ese día, la copa Apolo de punta redonda y con un peso de 9 grains según la caja. Era mas pesada que las otras y de forma distinta en la punta, pero quería saber que se podía lograr con ella.
Yo tenía mis dudas acerca de estas puntas porque aún con mis ojos que necesitan gafas nuevas se podía notar irregularidades en las faldas. Cargué una copa en la recámara y tomé una foto para ilustrar. Las flechas rojas indican las irregularidades.
Disparé 20 tiros a 10 metros, escogiendo «al azar» de la caja, sin calificar por defectos u otra calidad. 25% de los tiros resultaron en «fliers», cosa que no me sorprendió dado la pésima calidad de estas copas. Para decir la verdad, me sentí decepcionado. Copas hechas aquí en América Latina por artesanos descendientes de europeos – tenía esperanzas más altas cuando las compré. Como se puede ver por la foto, 15 tiros terminaron en una agrupación mas o menos respetable. Son los fliers que muestran la falta de calidad de estas copas.
Otro punto interesante – las copas Apolo de 9 grains se agruparon más altas que las demás. Creo que por la velocidad más baja acompañada por el peso más pesado resultando en un retroceso de la pistola más pronunciado mientras las copas estaban en el cañon. He visto cosas semejantes con armas de fuego. Un proyectil de 300 grains disparado por un revolver en calibre 45 Colt da un impacto más alto a los 25 metros que un proyectil de 250 grains disparado del mismo revolver. El proyectil más liviano sale más rapidamente del cañon y por eso el retroceso afecta menos el punto de impacto mientras que el proyectil más pesado y más lento dura mas tiempo en el cañon mientras que el cañon sube más en altura debido a las leyes de la física.
La búsqueda continúa. Luego vamos a analizar unas copas más apropiadas que aparecieron fuera de los medios comunes de distribución de munición de armas neumáticas.